lunes, 7 de septiembre de 2009

Castigo para los tramposos?

Muchos estaréis enterados de la reciente sanción al jugador Eduardo del Arsenal por simular un penalty. Lo curioso del caso ha sido que el castigo no ha llegado en el terreno de juego y desde un arbitro sino días después desde un comité que vio la jugada repetida varias veces por televisión.

Es cierto, que este tipo de actitudes no muestran nada bueno para la sociedad y menos para ese público infantil que ve como una pillería es el camino más corto al objetivo, el gol en este caso. Castigar de manera ejemplarizante estos comportamientos es correcto. En lo que no estoy de acuerdo es en la forma en que se ha hecho en este caso. A continuación expondré mis razones.

En primer lugar siempre he entendido este deporte como una representación de muchos aspectos de la vida. Es el deporte colectivo con actitudes más individualistas de sus participantes como en gran parte del ámbito laboral. Es un juego de listos, de vivos, requiere una actitud muy parecida a la que se tiene de pequeño en el barrio, en la calle, en el pueblo, en el mercado...Por eso expulsar a los pillos de una manera tan poco elegante como viéndolo por una televisión le desprovee de la gracia de ser cazado por un policía, el árbitro, al vuelo y en directo.

La última y gran razón es que se genera un precedente muy peligroso, ya que rearbitrar todas las situaciones que se dan en un partido es imposible por tiempo, dinero...Entonces sólo se rearbitran algunas jugadas...cuáles?, las de qué equipo? a quién se beneficiaría?

Por lo antes expuesto opino que es peor el remedio creado por la UEFA estos días que tener que aguantar esos tramposos, actores, cínicos que sin ser tocados se tiran al suelo como fulminados por un rayo.

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